Ecobici
Guillermo Fárber
Ayer contraté este servicio. Me dieron la tarjetita electrónica para “recoger mi unidad”; un DVD con consejos para usar la bici y circular por esas infernales calles de la ciudad; una Guía del Usuario; y un mapa de Cicloestaciones, con teléfonos de emergencia e instrucciones sobre qué hacer en caso de accidente. Todo de veras muy bien elaborado. Me da gusto: me sentí en el primer mundo. La idea del programa (tomada de otras ciudades europeas) siempre me ha parecido estupenda no sólo en lo ecológico, sino en lo urbano y aun sociológicamente. Ahora comprobé de bulto que la implantación, el diseño y la operación toda del programa es excelente. Mi aplauso para quienes lo idearon y echaron a andar. A ver si (y cómo) sobrevive al próximo gobierno capitalino (sabemos cómo se las gastan los burrócratas con los proyectos de su antecesores), pero esa ya es otra historia.
Una querida amiga me dice: “Como te lo comenté la última vez que nos vimos, tuve la curiosa oportunidad de estar cerca del equipo de lanzamiento de ECObici, y mi impresión final es que pudo implementarse gracias al aferre de la secretaria del medio ambiente del DF, Martha Delgado. Politiquería aparte, personalmente la vi trabajar de sol a foco y realizar las gestiones que fueran necesarias para sacarlo adelante (encomiendo nada sencilla si pensamos que involucraba desde modificar el reglamento de tránsito para ‘crear’ la figura legal del ‘ciclista’, sumándose al peatón, al automovilista, etc., estableciendo así derechos y obligaciones). También, tras el Vo.Bo. del jefe de gobierno, tanto la SSP como tránsito y las distintas asociaciones ‘pro bicis’, en verdad pusieron un serio esfuerzo de comprensión y acuerdo en lo medular. Creo que este programa es un logro de la ciudad y, aunque existen programas similares en el resto del país (como Guadalajara), no son enteramente lo mismo dado que no están concebidas como una ‘transporte público individual privado’. Además, yo no sé si tú recuerdas algún otro acuerdo de asociación como el que lograron Clear Channel (operador y dueño del concepto), con el gobierno del DF, sin que se trate de una concesión como tal. En fin, me sumo al aplauso, y ahora nos toca a los ciudadanos de a pie hacer el uso correcto del servicio, hasta ver la consolidación del polígono actual, y –esperemos-- pronto comenzar a ver su expansión.” Comento: Sí, la enorme trascendencia social, urbana, histórica y civilizatoria de este programa no la imagina nadie, creo. Ni siquiera sus propios creadores, se me hace.
lunes, 14 de junio de 2010
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