martes, 27 de abril de 2010

LA INICIATIVA DE LEY DE DESARROLLO URBANO

El viernes 23 de abril se aprobó en la ALDF, para sorpresa de todos, el dictamen de la iniciativa de ley de desarrollo urbano que sustituirá a la presente ley, a pesar de la fuerte oposición ciudadana expresada a través de todos los medios, tanto por vecinos como por especialistas e intelectuales. Este dictamen se subirá el martes 27 al pleno de la Asamblea que tendrá la responsabilidad de votar y decidir si aprobará o no esta nueva ley. ¿Por qué nos debe de importar esto a todos? ¿Cómo afecta nuestra vida? Esta nueva iniciativa, después de 5 versiones fallidas, finalmente encuentra la forma de evadir la participación ciudadana, hacer a un lado las otras normas vigentes y dejar los usos y destinos del suelo de esta ciudad a la discrecionalidad de nuestras autoridades, eliminando la certidumbre jurídica y sin un proyecto de ciudad.



Entre otras cosas, esta nueva ley: Atenta contra la propiedad privada al permitir que SEDUVI modifique a discreción los usos de suelo. Omite tocar los temas relacionados con la vulnerabilidad y riesgos del suelo de esta ciudad. Permite la apertura de negocios de bajo impacto con la sola autorización de SEDUVI, donde la definición que se da de bajo impacto es tan amplia que hasta las universidades son consideradas como establecimientos de bajo impacto. Premia a los negocios que han operado fuera de la ley regularizándolos, sin importar la afectación a los vecinos legalmente establecidos. Ve en las zonas de conservación patrimonial un gran botín buscándoles un destino turístico moderno (otorgando permisos a comercios, antros, bares, restaurantes y hoteles). Busca densificar a través de la construcción de edificios con alturas hasta ahora no permitidas (transferencia de potencialidad) y elimina las zonas habitacionales mezclándolas con comerciales, además de permitir a los comercios “chicos” operar sin estacionamientos. Obviamente todo esto sin que exista un responsable y sin que las autoridades tengan que rendir cuentas.



¿Cómo lo hace? Además de facultar a la SEDUVI para hacer esto, otro de los instrumentos que utiliza esta iniciativa de ley para hacer lo anterior es la afirmativa ficta que explicamos a continuación: cualquier persona, autoridad o institución puede presentar una solicitud de cambio de uso suelo para cualquier predio, calle o zona de la ciudad. Una vez presentada la solicitud, la Secretaría de Desarrollo Urbano y vivienda (SEDUVI), vía un comité técnico, dará su opinión en la forma de un dictamen (donde un ciudadano que no conocemos y que no representa nuestros intereses convalidará la participación ciudadana). Este dictamen será enviado a la ALDF. Si la asamblea no responde en 40 días, el que solicitó el cambio de uso de suelo puede considerarlo como aceptado. Se ha encontrado nuevamente la forma de hacer posible lo ilegal. Veremos edificios, antros, restaurantes, comercios etc. donde hoy está prohibido. No habrá seguridad, orden, control, lógica o a quién reclamarle. Cuando exijamos rendición de cuentas la respuesta será sencillamente que la ALDF no tuvo tiempo de contestar.

domingo, 25 de abril de 2010

Colonia Cuauhtémoc.



Límites: al norte, la Calzada Malluel Vi­llalongín; al sur y al oriente, el Paseo de la Reforma; al poniente, la Av. Melchor Ocampo.

En 1874, el Lic. Rafael Martínez de la Torre solicitó autorización para esta­blecer una colonia en terrenos de la Ha­cienda de la Teja, ubicada al poniente de la ciudad. Los terrenos señalados esta­ban situados a uno y otro lado del Paseo de la Reforma, y hoy corresponden a las colonias Cuauhtémoc y Juárez. Respecto a la Cuauhtémoc (antes de la Teja), el 9 de junio de 1876 se presentó un nuevo pla­no que modificaba al anterior, para que las calles transversales cortaran en án­gulo recto al Paseo de la Reforma.

Du­rante varios años, esta colonia permane­ció estancada hasta que en 1882, Salva­dor Malo, quien había adquirido los derechos anteriores, participó al Ayun­tamiento que estaba formando la colonia en terrenos de la Hacienda de la Teja y del Rancho de los Cuartos.


Interrumpi­das de nuevo, las obras se reanudaron en 1904, cuando la Secretaría de Goberna­ción celebró contrato con la Compañía de Mejoras de la Ciudad (Mexico City Im­provement Company). El siguiente es el antecedente: el Lic. Manuel Calero, apo­derado legal de Alberto Malham, geren­te de la Mexico City lmprovement Com­pany, adquirió de la Mexican National Construction Company un predio de 150,000 m2, iniciando la ampliación rum­bo al sur hasta el Bosque de Chapulte­pec, hacia el Río del Consulado y la Calzada de la Verónica, hoy Av. Mel­chor Ocampo. Respecto al norte, ya habían algunas casas junto a la Estación Co­lonia del FF. CC. Nacional Mexicano cuyos terrenos fueron ocupados posterior­mente por el Hospital de los Ferroca­rriles que, a su vez, fue substituído por una unidad del IMSS y el Jardín del Arte.

El gobierno de la ciudad recibió esta colonia en diciembre de 1907, según el Legajo de Colonias, años 1890-1920, del Archivo del Ayuntamiento de Méxi­co. En los primeros años, sus calles lleva­ron los nombres de Reforma 1,3,5 y 7 que desembocaban en el Paseo de la Reforma,en tanto que las que no lo hacían se les co­noció, según su dirección, como Calle Norte 1 o Sur 1.

Con el tiempo, estos nom­bres fueron substituidos por el de ríos de todo el mundo, nomenclatura que perdu­ra. La colonia toma su nombre de la esta­tua de Cuauhtémoc que se encuentra en la confluencia del Paseo de la Reforma y Av. Insurgentes, obra del escultor Miguel Noreña, la cual fue develada el 21 de agosto de 1887. El monumento tiene la co­laboración de tres escultores: la estatua y el bajo relieve de la prisión de Cuauh­témoc son de Noreña; el tormento se debe a Gabriel Guerra y las panteras que lo ornamentan son obra de Epitacio Calvo. El Jardín del Arte se localiza en el Jardín de la Madre (oficialmente Jardín Maris­cal Santa Cruz). Fue fundado el 23 de enero de 1955 por el Arq. Jorge Contreras, el Lic. David M. Foucher, un grupo de entusiastas pintores y el INJUVE.

Con anuencia de la Asociación de Vecinos de la Colonia Cuauhtémoc, en 1933 se firmó el acuerdo para transformarla en una "zona especial de desarrollo controla­do". Esta es una fórmula que reglamenta el crecimiento urbano para conciliar el carácter habitacional de una área con el cambio de uso del espacio para fines co­merciales. En el caso de la Cuauhtémoc, se admite, por su colindancia con el prin­cipal corredor de la ciudad, el Paseo de la Reforma, la construcción de grandes proyectos inmobiliarios.




Texto tomado de http://www.ciudadanosenred.com.mx/node/15985